Renovando la Vocación. (actividad sencilla, para los que celebramos mucho y muy seguido y queremos prepararnos para la venida del que hemos proclamado durante todo el año...)
ATENCIÓN!! ESTE NO ES UN MATERIAL MAS PARA
CELEBRAR…
Pretendemos tocar la sensibilidad
religiosa que duerme en cada uno de los que han sido llamados por el Señor. Recorrer
el año litúrgico en impasible cotidianidad nos lleva a perder de vista los
miles de detalles que nos hacen verdaderos <<celebrantes>> y caemos
en la tan criticada y temida idea de ser <<consumidores>>
empedernidos de celebraciones.
VER: ¿Qué hace la diferencia? (COMENTAR lo que se ha dicho en la introducción. ¿te sientes celebrante o consumidor...?)
Hoy por hoy, cuenta mucho la
imagen o testimonio que podamos dar a los demás y si exploramos nuestro
interior notaremos una seria falta de sensibilidad para con nuestra experiencia
vivencial y la del encuentro que afirmamos haber tenido en la experiencia
celebrativa.
Descubrir que, aunque seamos religiosas,
para nosotros lo que mas <<cuenta>> es la buena apariencia o fama,
el tener para gastar, (aunque sea la vida de alguien mas) el subir para ver
abajo a los demás (cuando hacemos que lo nuestro sea más importante e
inaplazable) la independencia y el gusto (no sólo en los proyectos sino también
en las emociones que no compartimos)
Las consecuencias que sufrimos
son las personales, las de uno mismo. No somos felices. Lloramos por nuestro
mal uso de la libertad. Tenemos soledad. Nos desviamos para sostener como sea
nuestra fama. Las preguntas fundamentales siguen despertándose en nuestro
derredor, sin coraje ni fuerza para responder a las mismas. La limitación y
nuestro pecado nos llevan a entregarnos al fatalismo, a la suerte…sentimos poca
fiabilidad mutua. Todo se paga, pero no acabamos de comprar lo más importante:
el sentido de nuestra vida; y el sentido futuro de nuestro pueblo
JUZGAR: ¿A qué soy indiferente? (COMENTAR dado que somos muy dados a defender nuestra seguridad y confort, a molestarnos cuando se nos exige un "plus", etc.)
Descubrimos que, más de una vez,
solemos asirnos a lo que tenemos por proyecto, sin haber ahondado en el
espíritu que refleja. Queremos y defendemos lo que no humaniza ni trasciende y
que por ello no podemos entrar de lleno en el terreno de la celebratividad,
porque esta no aviva nuestra experiencia de fe, ni nos hace mas llenos de Dios.
ACTUAR: (en una mesita tener: jarra con agua, recipiente, una
piedra, una esponja)
Dejar que el agua empape primero
la piedra y luego la esponja y favorecer el dialogo sobre lo que captan mis
sentidos, ojo! sin decir la enseñanza que me deja…
-la piedra está totalmente mojada
pero solo por fuera… -Se ha secado
demasiado rápido.
-La esponja esta empapada de
agua, por dentro y por fuera…-mantiene el agua por mas tiempo.
Y, ahora invitar a personalizar
esta experiencia natural en nuestra vivencia de fe. ¿Qué paralelismos con
nuestra vida advertimos?
Leer Filipenses 4,
4-9 meditamos y para nosotros lo guardamos.
Oración común.
Gracias, Señor, porque
estas todavía en mis palabras;
Porque debajo de todos
mis puentes pasan tus aguas.
Piedra te doy, labios
duros, pobre tierra acumulada,
que tus luminosas
lenguas incesantemente aclaran.
Te miro; me miro.
Hablo; te oigo. Busco ; me aguardas.
Me vas gastando,
gastando. Con tanto amor me adelgazas
Que no siento que a la
muerte me acercas…
Y sueño… Y pasas…
(J Garcia Nieto)
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