“La Palabra está muy cerca de ti, en tu boca y en tu corazón para que
la cumplas” Dt. 30, 14
INTERPRETACIÓN DE LA BIBLIA A LA LUZ DE LA VIDA.
Biblia y vida van unidos porque son como dos ramas que
salen de un mismo tronco. Los dos nacen de Dios solo así comprenderemos que
Dios tiene que ver con nuestra vida y esta tiene que ver con Dios. Leemos en
comunidad porque no somos individuos aislados, además la Biblia fue escrita en
comunidad y para una comunidad y los cristianos la leemos a la luz de la
Resurrección de Jesús.
PERCIBIR
EL ROSTRO AMIGO DE DIOS DETRÁS DE LAS COSAS QUE CUENTA LA BIBLIA Y LA PRESENCIA
DE ESE MISMO DIOS EN LAS COSAS DE LA VIDA.
La Biblia es una gran unidad, en la que cada libro, cada frase tiene su
lugar y su función con vistas a revelarnos el gran proyecto de Dios. El
principio de la unidad de la Escritura impide aislar los textos, arrancarlos de
su contexto y repetirlos como verdades aisladas y absolutas.
Los cristianos cuando leemos la Biblia no
podemos dejar a un lado la vida, sino que debemos cargar con ella. Descubrimos
que la Palabra de Dios se encarna no solo en el pasado, sino también en el
presente, para estar con nosotros, para hacernos capaces de afrontar los
problemas y realizar las esperanzas: “Ojalá escuchemos hoy su voz” (Sal 95, 7)
El fundamentalismo anula la acción de la
Palabra de Dios en la vida, es la ausencia total de conciencia crítica,
manipula el sentido de la Biblia y fomenta el moralismo, el individualismo y el
espiritualismo en su interpretación.
Para evitar
una lectura fundamentalista hay que tener en cuenta el contenido y la unidad de
toda la Escritura, la tradición viva de la Iglesia, la analogía de la fe”(DV
12).
Es decir, descubrir
el sentido pleno de la Biblia, impedir que sea manipulado y evitar que el texto
quede aislado de su contexto, de la situación original en la que nació, de la
Tradición que lo transmite y de la vida actual de la Iglesia, a la que debe
servir.
Al abrir la Biblia no abres un libro
extraño, sino un libro que habla de ti, de tu vida, de tu historia y tus
luchas. Vamos a descubrir que la Palabra de Dios está en nuestra vida, en
nuestra historia, en la historia de todos los pueblos.
Los libros de la Biblia contienen la experiencia
creyente de nuestros antepasados en la fe. Ser respetuosos con ellos implica no
manipular el texto proyectando sobre él nuestras propias ideas. Así nos
aproximaremos al texto en tres niveles.
Literario.-
desde lo que dice el texto.
Histórico.-
situación y costumbres de la comunidad en donde se escriben.
Teológicos.- la
experiencia de fe que encierran en sí mismos.
El compromiso con
la vida radica en las diferentes realidades que cada pueblo vive, sociales,
políticos, económicos…es por eso que el acercamiento a la realidad no puede ser
el mismo y la interpretación que se haga de los textos bíblicos para nuestra
vida, será diferente.
Practica: Leer
la Parábola del sembrador. Marcos 4, 1-8
LEER EL TEXTO Y VOLVER A LEER PARA
CONOCERLO, RESPETARLO Y SITUARLO. RESPONDER A LA PREGUNTA ¿Qué dice el texto?
Hasta que nos refleje algo de nuestra propia experiencia de vida.
MEDITAMOS EL TEXTO, DIALOGAMOS Y
ACTUALIZAMOS. RESPONDER A LA PREGUNTA ¿QUE ME/ NOS DICE LA BIBLIA? Desde aquel
entonces, hasta nuestros días, la situación ha cambiado. Sin embargo, la fe nos
dice que ese texto, a pesar de ser de otra época, tiene algo que decirnos hoy.
ORAMOS EL TEXTO, SUPLICAMOS,
ALABAMOS…después de dejar claro lo que Dios nos pide a nosotros llega el
momento de preguntarse ¿Qué voy a decirle a Dios? ¿Me comprometo o no? ¿Cómo es
mi unión con la vida, la conexión con el itinerario y las luchas de los hombres
y mujeres de nuestro tiempo.
Desde la eternidad,, el Padre pronuncia su
Palabra y pone en ella la fuerza de su Espíritu y la Palabra se hace carne en
Jesús, en quien descansa la plenitud del Espíritu Santo.
CONTEMPLAMOS EL TEXTO. VER, SABOREAR,
ACTUAR ¿Cómo cambia mi / nuestra mirada? Principio para un nuevo comienzo.
Comienzas a tener una nueva manera de ver, observar y analizar la vida, los
acontecimientos y la historia, el camino de los pueblos, la situación de los
pobres en nuestra sociedad. Es la mirada de Dios sobre el mundo que así se
comunica y extiende.
ACTUAMOS. ¿A qué acciones nos invita el Señor? ¿Cómo
conducir la vida según los criterios de Dios?
Tomado de Fray
Carlos Mesters
Cantemos:
Tu palabra me da vida,
confío en Ti Señor;
Tu palabra es eterna,
en ella esperaré.
Dichoso el que con vida intachable
camina en la Ley del Señor.
Dichoso el que guardando sus preceptos
lo busca de todo corazón.
Postrada en el polvo está mi alma
devuélvame la vida tu Palabra.
Mi alma está llena de tristeza
consuélame, Señor, con tus promesas.
Escogí el camino verdadero
y he tenido presente tus decretos.
Correré por el camino del Señor,
cuando me hayas ensanchado el corazón.
Este es mi consuelo en la tristeza,
sentir que tu Palabra me da vida.
Por las noches me acuerdo de tu nombre
recorriendo tu camino dame vida.
(Sal. 119)
ORACION
BIBLICA:
El cristiano, movido por el Espíritu
Santo, hará de la oración motivo de su vida diaria y de su trabajo; la oración
crea en él actitud de alabanza y agradecimiento al Señor; le aumenta la fe, lo
conforta en la esperanza activa, lo conduce a entregarse a los hermanos y a ser
fiel en la tarea apostólica, lo capacita para formar comunidad.
El Evangelio nos debe enseñar que,
ante las realidades que vivimos, no se puede hoy en América Latina, amar de
veras al hermano y por lo tanto a Dios, sin comprometerse a nivel personal y en
muchos casos, incluso, a nivel de estructuras, con el servicio y la promoción
de los grupos humanos y de los estratos sociales más desposeídos y humillados,
con todas las consecuencias que se siguen en el plano de estas realidades
temporales.
No podemos proponer eficazmente esta
enseñanza sin ser interpelados por ella nosotros mismos, en nuestro
comportamiento personal e institucional. Nuestra conducta social es parte
integrante de nuestro seguimiento de Cristo” (Documento de Puebla. Nums. 932,
327, 476)
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