Es la pregunta que me atrapó al iniciar la lectura del
libro “Noche oscura” de San Juan de la Cruz.
¿Cómo es la persona por dentro, en su relación con
Dios, desde sus más íntimas motivaciones? Lanzada directamente al Santo.
Y responde con un breve resumen:
Principiantes.- gustan de motivaciones de los sentidos
(ver una imagen, escuchar cantos) sentir bonito,… tenemos la culpa los que nos
decimos “guías” porque los llevamos por ahí, por el camino de imágenes, formas
y meditaciones discursivas.
Así escucho a gente que dice: “no me gustó, ahora
no cantamos alabanzas ni lloramos…”
Avanzados.- ya no gustan de cosas así, sino de
experiencias mas interiores, ya no desean aquel manjar de los sentidos sino de
reposar el alma y estar así en quietud. Pero caen en ociosidad y no
hacen nada creen que ya todo el trabajo es de Dios y desandan lo andado. Es más
difícil salir de esto pues un principiante sabe que está atado con un gran cable
a sus gustos naturales pero un avanzado desea ignorar que también está atado
con un delgado cabello.
Aprovechados.- Existe el ejercicio de las virtudes
teologales. Fe, esperanza y caridad. Guían a otras almas, se les confían
mayores responsabilidades (pero les ataca la autosuficiencia “…estás mal,
confíate a mi y yo te sacare adelante”) desean conocer a Dios por el estudio
(leen gran cantidad de libros) no hay quien los sufra. Ya no saben hablar de
otra cosa mas que de Dios…se obsesionan los ves y les sacas la vuelta.
De todo esto se ha valido Dios para ganarme y sé que
lo seguirá haciendo porque sabe que me puede perder y me ha de llevar por otros
caminos donde me ha de dar aquello que estoy necesitando para mejor amar. Soy su
hija y me sitúo en aprendizaje…Continuará.
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