CONCÉDEME SEÑOR
“Dios mío, Tú eres
todo ternura para mí.
Te lo pido por tu
Hijo amado:
Dame la gracia de
llenarme de misericordia
y de amar todo lo que
Tú me inspires.
Dame la gracia de
compadecerme
de quienes viven en
la aflicción
y de correr en ayuda
de los que pasan
necesidad.
Dame la gracia de
aliviar a los desgraciados,
de prestar asilo a
los que no lo tienen,
de consolar a los que
sufren,
de animar a los
deprimidos.
Dame la gracia de
devolver la alegría a los pobres,
de servir de apoyo a
los que lloran,
de perdonar las
deudas
a quien tenga alguna
conmigo.
Dame la gracia de
perdonar
a quien me haya
ofendido,
de amar a los que me
odien,
de devolver siempre
bien por mal,
de no despreciar a
nadie
y de respetar a
todos.
Concédeme imitar a
los buenos,
renunciar a la
frecuentación de los malos,
practicar las
virtudes,
y evitar los vicios.
Concédeme, Señor,
paciencia cuando todo va mal,
y moderación cuando
todo va bien.
Concédeme saber
dominar mi lengua
y poner, si hace
falta, un guardián en mi boca.
En fin, Dios mío,
concédeme despreciar
las cosas que pasan
y la sed de los
bienes eternos.
Amén”.