miércoles, 8 de octubre de 2014

¿Cómo saber si tengo vocación?


Cuando tomas  conciencia del llamado de Dios tu vida adquiere un sentido nuevo.
Percibir este llamado ocasiona con frecuencia una gran turbación.

Jesús no suele llamar por apariciones o visiones. El camino ordinario de su llamado son los acontecimientos que ocurren en tu vida diaria: situaciones personales, comunitarias y sociales; por ello conviene que te preguntes: ¿Qué urgentes necesidades llaman tu atención? Qué sufrimiento del pueblo te conmueve? Y los lleves ante su presencia por medio de la oración.

Ahí, Dios muestra sus razones al soñar con un pueblo libre, una tierra hermosa, un pueblo bendecido que sea a la vez fuente de bendición. El por qué de la vocación hay que encontrarlo en el corazón de Dios y, mirar como Él mira y sentir como Él siente será ejercicio continuo del que ha sido llamado.

Dios llama a todos, pero sólo escuchan su llamado los que libremente sintonizan con su corazón.

Un paso así seguro te dará miedo. Necesitas ser acompañado por alguien que haya experimentado la hermosura de dar un salto en el vacío, la libertad que conlleva el olvido de sí mismo y la alegría inmensa de darse en actitud definitiva.

Carmelitas Misioneras de Santa Teresa

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